De tapeo con mi perro

Cada vez es mas común encontrar  más locales, transporte publico, restaurantes y comercios que permiten la entrada con perros a sus instalaciones, poco a poco es más frecuente encontrarse un par de ojos curiosos escudriñando lo que comes desde debajo de la silla de al lado dentro de un bar y no en la terraza y la verdad que es algo que me encanta y no puedo evitar que me salga una sonrisa. Aún y todo todavía no puedo evitar sorprenderme con esta práctica. Muchas veces yo misma me sorprendo y me choca ver este tipo de imágenes. Todavía me estoy acostumbrando y no creo que me cueste demasiado.

Cuando salgo con mis perros la idea de tomarme algo es siempre en una terraza, no se me ocurre la posibilidad de que pueda encontrar algún lado donde me dejen entrar dentro con mis perros. Y eso fue lo que me pasó el otro día.

Normalmente si voy algún lado acompañada de mis perros suelo tener más o menos planeado donde voy a ir, donde no puedo ir o si puedo dejarlos en el coche a la vista, me gusta tener esa seguridad de que mis perros van a estar tranquilos y a gusto, sino soy yo la primera que se encontrará a disgusto. Pero claro es imposible controlarlo todo siempre.

Gracias a esos pequeños contratiempos que a veces surgen, pude disfrutar de una comida increíble acompañada de mi perra Nit. Fue algo totalmente inesperado ya que yo solamente salí a dar un paseo con mi perra y mi intención era que me recogieran luego y ya volver a casa, pero no pudo ser y me encontré con un hambre canino y muy pocas ganas de volver a subir 5 kilómetros para poder comer. Esa idea no la iba ni a considerar. En una situación así tampoco me preocupo mucho porque una terracita siempre se agradece, pero claro, con la lluvia que me había acompañado todo el paseo la idea de la terraza no me parecía muy agradable. Así que fui en busca y captura de una terraza cubierta o al menos con sombrillas para poder comer sin que los platos estuviesen pasados por agua.

Mi sorpresa fue encontrar el restaurante Aisialdidonde muy amablemente me indicaron que en su establecimiento podia entrar con perros sin ningún problema.

Un lugar pintoresco y muy agradable donde el servicios es atento y muy amable con los perros. Nos dijeron que podíamos sentarnos donde quisíeramos, eramos bien venidos en todo el local, aun así que escogimos una mesa un poco apartada donde no pudiésemos molestar a nadie. Tras traerme la carta lo siguiente que hicieron fue venir a saludar todas a Nit, algo a que a ella le pareció fantástico. La carta no es muy extensa pero los platos son variados, exquisitos, muy bien presentados y de una gran calidad. No hay que olvidar destacar también que está muy bien de precio, para que os hagáis una idea, entrante, principal, dos bebidas, café y postre no llegaron a 20€. No solo cuenta con los platos de la carta, también podéis disfrutar de una gran variedad de tapas y pintxos.

Desde luego es un lugar más que recomendable, buena atención, muy buena comida, precio excelente y muy agradable para ir acompañado de nuestros perros. Si decidís pasar unos días en el País Vasco y disfrutar de sus lugares y gastronomía os animo a que paséis por la plaza de Azpeitia en  Guipuzcoa y conocer el Aisialdi.

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